En 2008 llevaba camino de convertirse en el mejor tenista de todos los tiempos. Lo ganó prácticamente todo, incluído Wimbledon y el oro olímpico. Se colocó como número 1 del mundo y empezó a crear numerosas dudas en Roger Federer. Por si alguien todavía no se sitúa hablo de Rafa Nadal nuestro tenista más internacional.
El de Manacor comenzó 2009 conquistando el Open de Australia, lo que parecía indicar que sería otro año de grandes logros deportivos. Una nueva campaña en la que seguir haciendo historia. Pero una inoportuna lesión le frenó en seco. Perdió Roland Garros, su torneo talismán, y ni siquiera participó en la hierba londinense. Tras una lenta recuperación, Rafa volvió a la pistas con hambre de victorias. Pero se notaba que no era el mismo. Muchos expertos comenzaron a preguntarse si algún día se volvería a ver al 'huracán Nadal'. Se comentaba que el gran esfuerzo que requiere su tenis le estaba pasando factura. Se equivocaban...
El 2010 ha comenzado pletórico para las aspiraciones de Rafa. En la exhibición de Abu Dabi hizo lo propio, exhibirse. Y ahora, en Doha, ha vuelto a ser ese tenista que borra de la pista a sus rivales. Mañana disputará la final ante el ruso Davydenko. Comienza bien un año en el que los españoles tenemos depositadas muchas esperanzas. Y por si no sabían, Rafa ha vuelto.
Un muy buen post, aunque aún es pronto para decir que Rafa ha vuelto. Quedan muchos torneos por delante y la final de hoy.
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